He escuchado a muchas, muchas personas quejarse de su “mala suerte” refiriéndose al hecho de que no son felices. Y “sueñan” banalmente con que se sacaran el Loto, que llegará de la nada aquel príncipe azul, aquel genio de lámpara o hada madrina --varita mágica en mano— presta a terminar sus días oscuros y poder así escribir la famosa frase de cuentos “Y vivieron felices por siempre”.
También están los inconformes, menos soñadores que los del primer grupo, pero de visión un tanto pesimista, que llegan a reconocer que han tenido “momentos felices”, pero alegan que no han logrado la “felicidad que se merecen”.
Por otro lado están los pragmáticos, que entienden que la felicidad es fruto del trabajo, para a seguidas enfatizar “del trabajo DURO”. Para este grupo, por lo general la felicidad se mide por “lo que se tiene” y aunque los hay modestos, a la gran mayoría se les identifica, como decimos los Dominicanos por su “aceite” y su “hechavainismo”.
Está un número mucho más reducido que afirman con cierto aire de “Gurús” que “la felicidad no existe, sino estados momentáneos e intermitentes de bienestar físico, Psicológico y/o espiritual”. Con una que otra excepción, los integrantes de este grupo, pertenecen a la tercera edad, esto es así porque luego de dicha la frase antes citada, vendrán toda clase de ejemplos de experiencia vivencial para apoyar la teoría.
También está la corriente de los del bloque de “lectura motivacional y de autosuficiencia” que sostienen que la felicidad es “una actitud” y que está “dentro de uno mismo”.
Como se ve, por lo general entendemos por Felicidad algo que “Tenemos que RECIBIR”, o que “Tenemos que TRABAJAR” para alcanzarla. Pero casi nunca la vemos como algo que “Debemos DAR”.
A mi juicio, aquí es donde radica “el truco" de ser Feliz.
Algunas veces, tratando de “justificar” o de confundir consciente o inconscientemente nuestros propios sentimientos “entendemos” que “damos Felicidad” a nuestros hijos al comprarle una bicicleta, un PSP, o un viaje a Disney... (Ya el Rey Salomón escribió mucho desde antiguo refiriéndose a esto).
Seremos Felices en la medida que seamos capaces de GENERAR FELICIDAD para los demás…
Pero Felicidad “AUTENTICA”. Aquella que se consigue sin recurrir a bienes materiales …
Hambre? Siempre la habrá…
Necesidades? Siempre las habrá…
Dinero? Siempre hará falta y “Nunca” será suficiente…
Nuestra Felicidad, depende de nosotros mismos, pero no se trata de nosotros mismos…
Les invito a realizar el gratificante ejercicio de hacer Feliz a otra persona sin necesidad de “sacar la cartera”, “sin pasar la tarjeta”, “sin envoltura de regalo”...
Generando Felicidad.-
Autor : Reynaldo Cruz Rijo
Noviembre 2008
PRIMER ANIVERSARIO
Hace 15 años
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