Si hay algo que --modestia aparte-- podría considerar un atributo favorable en mí, es que trato que mis amigos se sientan bien, incluso, a veces en detrimento de mi persona, de mis recursos e incluso (y aquí ya no sería considerado una virtud sino un defecto) en detrimento del tiempo ‘para mi familia’.
Muchas veces he recibido críticas de mis más cercanos seres queridos, en donde me advierten de los riesgos de administrarse de esa manera. Pero la sordera que caracteriza al necio y al inexperto había hecho de mi cabeza su centro de operaciones, y así, realizaba religiosamente todos los días y los fines de semana grandes depósitos de cariño y “tiempo de calidad” en los corazones de TERCEROS, dejando para los míos apenas un par de monedas repartidas en el abrazo de mis hijas al llegar a casa en la noche o la mirada cariñosa de mi madre al verme una que otra vez en la semana.
No digo que el afecto “invertido” en la construcción y fortalecimiento de relaciones de amistad sean, de por si, malas inversiones. De hecho, llevo en mi corazón como un tesoro inmensurable, todos y cada uno de los momentos compartidos de buena gana con cada uno de mis amigos.
Pero ciertamente que, tal y como me lo habían advertido en reiteradas ocasiones, recibí decepciones, negaciones y falta de reciprocidad o apoyo de uno que otro de aquellos en los que deposité aquellas millonarias sumas de cariño. También hay que admitir que el tiempo, la distancia, las circunstancias sociales y/o económicas han afectado “el clima de inversión” lo que se traduce en menos emails y llamadas recibidas y más “encuentros” pospuestos, algunos de manera reiterada. Y fue entonces cuando alguien haciendo alegoría, a las noticias en boga del país, me decía, “Ya vez, Quebraron tus bancos, y se quedaron con todo tu ‘dinero’ ”.
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La verdad que nunca lo he visto así, aunque no puedo negar que en ciertos momentos me ha resultado doloroso y frustrante entender que mi amistad no ha sido valorada adecuadamente, nunca he percibido la amistad como una relación en la que se invierte “esperando” reciprocidad.
Y es que el cariño a mis amigos es mas bien comparable a las transacciones “de contado y en efectivo”, o sea, se disfrutan ahí mismo. En el abrazo sincero… en la palmada en la espalda… en la escucha atenta a los problemas del amigo… en la confianza y disposición de estos para escuchar los mios… en la alegría sincera ante sus logros y la lamentación ante sus caídas… en el email con el saludo, el chiste, la foto o la presentación power-point de motivación o reflexión…, en la llamada… en el detalle…
Todas estas han sido transacciones “de contado, en efectivo y sin ITBIS” que inmediatamente se depositan en la bóveda de mi corazón. Bóveda ésta que visito de vez en vez, repasando cada recuerdo con los mas gratos y diversos sentimientos de bien, como si estuviera “contando cada billete y centavo” de mi inmensa fortuna.
La verdad que pensándolo bien, en cada relación, aun en aquellas que para ojos ajenos fueron vistas como de “uso fraudulento”, podría decir que he acumulado una fortuna de valor incalculable de sentimientos de todo tipo que me han hecho de una u otra forma una mejor persona, por lo que siento un gran orgullo por cada momento compartido y me impulsa a hacer “inversiones” como esas sin ninguna suerte de temor.
Descubrí que cuando se trata de “Cariño y Afecto” no deben existir “riesgos calculados”. Pregunto: De que vale un medio abrazo? O un apretón de manos sin mirarse a los ojos?
Pero aun con todo esto…
cuando estoy en mi bóveda repasando la fortuna que Dios me ha concedido la dicha de disfrutar durante todos estos años…
Al ver la “modesta” cantidad de “billetes de Mil”, de esos que tienen en el centro la cara sonriente de mis hijas, mi madre, mi padre o mi esposa… Que si bien es cierto valen de a “Mil” cada uno, no dejó de conceder razón a quienes en su momento criticaron mis inversiones, pudiendo ver ahora, con ojos mas maduros y sabios, que la crítica no era a la inversión “per sé”, sino a las proporciones desmedidas en que estas se hacían en detrimento casi siempre, de mis mas valiosos activos…
Para mi suerte,
En asuntos de Cariño, nunca es tarde para realizar nuevas inversiones….
La Quiebra de los Bancos...
Autor : Reynaldo Cruz Rijo
22 Marzo 2005 - 14 Julio 2008
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