No sé si
les ha pasado, que ante una situación determinada, tienen un montón de ideas en
la cabeza, una cantidad enorme de cosas que decir, sentimientos que expresar;
pero no encuentran las palabras adecuadas para decir o expresar eso que sienten
o quieren decir, es como si tuvieras un nudo en la garganta. Simplemente tienes
un bloqueo mental que te inmoviliza todo el cuerpo y mantiene tus labios sin
poder articular palabra alguna… y luego de pasada la oportunidad o “ese momento
preciso” en que las cosas debieron decirse, solo entonces se deshace el nudo y aparecen
de la nada todas aquellas palabras que querías decir y tu cuerpo finalmente
responde como esperabas que lo hiciera cuando estabas ‘justo en la base de la ola”…
Pues
bien, la pieza musical que presento en esta ocasión contiene justamente las
palabras que quise decirle --hace más de 33 años atrás-- a uno de esos primeros
amores del colegio en una de esas fiestas caseras tan comunes y sanas de aquellos
tempranos años 80…
Cuando
la escuché por primera vez, en la virtuosa y envolvente voz de la británica
Adele (*), por alguna extraña razón y sin saber aun porqué, asocié dicha canción a
aquellos años de secundaria en mi colegio y luego de escucharla un par de veces más (en distintos momentos claro está), me quedó claro que en concreto la estaba asociando a aquel amor de
mis días juveniles…
No fue
sino hasta que presté la debida atención a las letras del tema, que caí en
cuenta que las mismas expresan lo que sentía y quise decirle aquella noche a
ese amor de entonces, ya que para muy pocos en nuestro curso era un secreto mis
sentimientos hacia ella. De hecho, en
varias ocasiones y de varias maneras se lo expresé. Así que --dado que nunca me
rechazó abiertamente-- aquella noche me había preparado mentalmente para hacerle
la propuesta –tal cual lo cita el estribillo de la canción…
Pero como
dije al principio, aquella noche todo mi ser conspiró contra los impulsos de mi
corazón --quizá fue obra del divino creador a sabiendas de lo que me tenía reservado
para finales de esa misma década-- y no fui capaz de siquiera de sostener
contacto visual directo por un espacio de tiempo más allá del prudente, para
evitar que toda la juvenil concurrencia advirtiera lo que de hecho ya sabían.
Hoy, unos 33 años más tarde (a la fecha de la
escritura de este post), al escuchar esa canción, cierro mis ojos y dejo que su
melodía me transporte a aquellos años mozos, de sentimientos tan puros y nobles. Satisfecho y realizado con mi matrimonio (obviamente no con la persona de esta
historia) y las tres hermosas hijas que Dios me ha concedido la dicha de
procrear, al terminar la canción es inevitable que, llevado por aquellos
sentimientos de entonces, mi mente juegue con la idea de lo que pudo haber
ocurrido si aquella noche hubiese podido poner en mis labios lo dicho en esta canción.
Les dejo
con una versión libre (cover) magistralmente interpretada por Stefano Marroco. Esta versión en una voz masculina, ofrece a los ciber-visitantes de este blog una mejor asociación de la pieza musical con la historia indicada arriba.
https://www.youtube.com/watch?v=utNKjspT39I
Añado este otro link en la voz de la interprete original con subtitulos en español. Espero lo disfruten, independientemente de mis motivaciones personales. La sola interpretación del tema es de por sí motivo suficiente para deleitarse...
https://www.youtube.com/watch?v=hOYgqVi_DGI
(*) Adele Adkins (interprete original y co-autora del tema) nació en Mayo de 1988, por lo que para la fecha del evento que asocio a su exitoso tema musical, ella no había nacido aun, de hecho quizá ni siquiera fuera “un piropo” entre sus padres.
Letra: Adele/Bruno
Mars/Philip Lawrence/Brosy Brown
Letra y Música: All I Ask.
Reynaldo
Cruz Rijo
21 Julio
2017.-