En esa película se tocó un punto que cuelgo en este foro para reflexión y espero que tambien para el crecimiento personal de cada uno.
Resulta que cuando ella era una niña (JLo, en su rol protagonista), su padre golpeaba y abusaba de su madre.
Esto a ella no le parecía correcto, pero su Mamá siempre justificaba a su esposo alegando, que pese a esos maltratos, él la quería a ella y a los hijos.
Estas explicaciones no dejaron satisfecha a la protagonista y un día, cuando su padre golpeaba a la madre, esta llamó a la policía y denunció el abuso.
Naturalmente, a pesar de los moretones, la esposa negó las acusaciones y no presento ninguna querella.
A partir de ese hecho, su familia empezó a discriminarla, a tal punto que su papa nunca le volvió a dirigir la palabra y su hermano le acusaba de traidora. Su madre, nunca le criticó el hecho, pero aun así, seguía defendiendo a su esposo.
A todo esto, ella (JLo) se quejaba amargamente de que, por proteger a su familia –incluido su propio padre, resulta que ahora ella era la mal vista y la marginada emocionalmente.
La cuestión objeto de reflexión es la siguiente :
Como te sentirías tu ante una situación como esta, en la que teniendo la razón y la justicia de tu parte, se te quiera presentar como el culpable de situaciones que no son directamente culpa tuya o que no esta en tus manos directas el remediarlo de otra forma.
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Cuando tomé nota de estas escenas como referencia para esta reflexión “de película” (hará unos 5 años atrás), me basaba en una situación particular por la cual atravesaba algo parecida a la que me refiero en este filme --Dicho sea de paso, no es ésta la idea central de la pelicula, razón por la cual no incluyo el Trailer de la misma como lo he hecho en ocaciones anteriores--. En ese entonces me sentía impotente y sin una base adecuada para defenderme de aquellos que me marginaban injustamente;
Recuerdo que al no encontrar una forma adecuada de manejarme ante esa situación envié la reflexión comentada arriba a un circulo bien pequeño de seres queridos a fin de escuchar sus opiniones desde el punto de vista particular de cada quien (cada uno de los consultados tenía para mi, una perspectiva particular para responder sobre el tema: hombres, mujeres, adultos, jóvenes, casados, solteros –aclaro que los consultados fueron muy pocos, por lo que uno puede aplicar a mas de una de las características aquí citadas).
Aunque alguno respondió agregando juicios de valor, en sentido general, no encontré “esa” opinión que “calmara mi sed”...
Pero ahora, pasados mas de 5 años de los hechos, recordando esos momentos como quien ve una cicatriz en su mano, concluyo que tomé la mejor decisión que pude en ese momento:
Callé.
No fue un silencio cobarde, Ciertamente que en aquel entonces no tenía la claridad de visión con la que hoy veo las cosas, pero ese callar fue mi mas sabia opción...
Fruto de ese silencio, pagué el preció de la distancia de seres queridos...
acepté “el destierro” y ”la deshonra”...
pero permanecí ahí; pero no cambié...
No defendí mi punto de vista –realmente nunca tuve el chance-- pero me alegro de no haber tenido esa oportunidad, pues quizá de haberla tenido, no hubiese aprendido la lección que hoy coloco en este muro.
En ocasiones Callar, Esperar o Alejarse, no son síntomas de debilidad, muy por el contrario, estas acciones apuntan a una enorme fortaleza, a un dominio sobre las emociones malsanas de la condición humana; pero como la mayoría de nuestras experiencias, solo nos damos cuenta de esto, cuando ha pasado ya mucho tiempo y de aquellos momentos solo quedan las cicatrices...
El reto que nos deja este post, es aprender a Callar, Esperar o Alejarnos con la certeza de que esa es la mejor opción que podemos tomar ante determinadas situaciones que nos presenta la vida. Que todo pasa... Que la verdad siempre encuentra el camino..., Que Dios todo lo ve!, Incluido el precio que se paga por el destierro, la soledad, la impotencia o la deshonra del momento.
Mis Memorias XLI (De Película, Mirada de Angel)
Reynaldo Cruz Rijo
Noviembre 2013/Octubre 2014.-